El nuevo reto: Emotional Analysis. Ya es fácil tratar grandes cantidades de datos (Big Data), el siguiente paso será el Emotional Analysis que mediante sensores emocionales en el SmartPhone permitirá mejorar la experiencia de aprendizaje basado en el mLearning e incrementar la eficacia de los resultados educativos. Cuando hablamos del Big data estamos dentro del concepto de «Internet de las cosas» y de las Smart cities. Infinidad de sensores en todos los ámbitos de nuestra vida que recogen nuestra actividad, la comunican entre los diferentes artefactos y la clasifican. El posterior tratamiento de esos datos es lo que llamamos Big Data. Si pensamos que el Big Data es tratar grandes cantidades de datos de forma automática con diversos fines se nos muestra un infinito abanico de posibilidades, tanto para el aprendizaje de las personas como para cualquier otro aspecto de nuestras vidas, como el marketing y la publicidad, la simulación científica, el control epidemiológico, el control social de la población (glups)…
En el ámbito del mLearning hace tiempo que sigo a un emprendedor e innovador como Luis Von Ahn que propone la fusión de la Inteligencia Artificial, el Big Data y las Redes Sociales para «educar» a las personas. El ejemplo es su, para mí, fabulosa app: Duolingo que nos permite aprender un idioma en los momentos en que estamos ociosos como en la espera para entrar a una reunión, al viajar en transporte púbico, en casa a la noche, en el almuerzo… Doulingo debe su eficacia a que combina la «Gamificación» con las redes sociales en que se comparten los resultados y puntuaciones, y su utilización es gratuita gracias a que el uso de inmensas cantidades de datos que crean los usuarios son aprovechados por la empresa para traducir textos en diferentes idiomas: un círculo virtuoso.
Los nuevos avances y usos de la tecnología incorporada a todos las cosas que nos rodean, lo que se ha dado en llamar «El internet de las cosas» nos permite detectar multitud de inputs de información que son comunicados mediante una red casi infinita de sensores para conformar una Big data inmensa. Estos sensores rápidamente se están implantando en nuestros smartphones y es por eso que preveo que el Emotional Analysis será un paso más y muy importante en los procesos de aprendizaje, ya que modificará y afectará a nuestra forma de aprender y, posiblemente, incrementará la eficacia y calidad de lo que aprendamos. Serán capaces de decidir en qué momento estamos más receptivos para repasar algunos conceptos que dejamos pendientes en alguna sesión anterior, en qué momento necesitamos una pequeña lección de alemán pues detecta que estamos en un aeropuerto con destino a Viena, detecta en qué momento estamos muy estresados por el ritmo de actividad y necesitamos olvidarnos de aprender conceptos duros y, por contra, nos propone descubrir nuevas músicas relajantes que no conocíamos… En definitiva, tendremos un espía que convenientemente adiestrado nos hará de paciente profesor para ayudarnos a incorporar a nuestro conocimiento aquello que hayamos manifestado como necesario para nuestra formación.
En las etapas educativas iniciales el mLearnin y el Emotional Analysis tendrá impacto en los momentos en que el alumno esté fuera de clase y su dispositivo móvil detecte que es un momento oportuno para hacer los deberes o, puede servir de «pepito griillo» y recordarle que abandone la partida del videojuego y realice sus tareas escolares.
Al estudiante universitario que esté realizando prácticas en el laboratorio, que realice una caminata por la montaña, que esté atravesando un estrecho marítimo, el dispositivo móvil le proporcionará (ya ahora podría hacerlo las «tarjetas de Google Now«) información relevante asociada a su itinerario formativo.
En definitiva el Emotional Analysis no deja de imitar a nuestro cerebro que procesa ingentes cantidades de datos, los clasifica, almacena, extrae e interpreta en virtud de diferentes estados mentales, situacionales y emocionales. Trasladando analógicamente esta capacidad a los dispositivos móviles podemos concluir que son unos excelentes artefactos que capturan los datos que generamos y que podemos integrar en la estrategia de aprendizaje. Tenemos ejemplos que ya funcionan bien como una aplicación de la compañia de seguros AXA que ayuda a detectar y modificar los hábitos en la conducción: AXA Drive o SleepBot un despertador inteligente que registra nuestro descanso nocturno mediante bastantes parámetros y nos despierta en el momento adecuado…
En cuanto a dispositivos móviles que capturan información para realizar nuestro Emotional Analysis hay infinidad desde las Google Glas, los relojes inteligentes, ropa con sensores inteligentes… Google acaba de comprar Nest Lab por 2.300 de dolares que es una compañía de sensores domésticos… Estamos ya rodeados de sensores, en poco la tecnología de Análisis Emocional se refinará, eso nos provocará bastante Yuyu, espero que también se pueda utilizar con fines honestos para un mejor aprendizaje de las personas
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