Estoy convencido de que soy mejor profesor ahora que hace 3 décadas. Salí de la universidad siendo un novel docente, con mucha experiencia en el mundo laboral (es lo que tiene haber trabajado mientras estudiaba) pero con escasa práctica en las aulas.
Al poco dejé las aulas y, cuando las pisé, fue como alumno o de forma esporádica como docente. Mi trayectoria profesional ha sido en los ámbitos de la consultoría, de las nuevas tecnologías y del eLearning. Siempre he intentado ser profesional y responsable en todos los trabajos que he estado, incluso si los que «accidentalmente» han sido mis jefes/as han opinado todo lo contrario… estaban equivocados y no lo saben 🙂
Ahora, al volver a las aulas en los últimos años me lo estoy pasando muy bien. Conozco lo que representa en el mundo de la empresa el trabajo del día a día, las presiones que se deben soportar, los requerimientos y requisitos de cada proceso productivo, las exigencias de las juntas de accionistas, de los objetivos por cumplir, la formación y capacidad que continuamente debes demostrar.
En los centros de secundaria estamos tratando con jóvenes que en pocos años estarán lidiando con el mundo laboral. Quien tenga suerte, dinero y capacidad continuará en la Universidad, el resto de nuestros alumnos pisarán las empresas privadas y unos pocos los centros educativos.
Aquellos que acaben en las empresas privadas se van a «hartar» de oír hablar de objetivos, desempeños, competencias, orientación a resultados, dueño y responsable de un proceso, proyectos, recursos, planificación, evaluación, control de calidad, valores, trabajo en equipo, resolución de problemas, comunicación, instrucciones, costes variables, costes fijos, presupuestos, producción, procesos front-end y back-end, cliente interno, cliente externo, márqueting, resultados…
Verán que hay no uno, sino muchos directores, los directores comerciales, los de desarrollo, los de producto, los de operaciones, de personas, de recursos, de diseño, de atención al cliente, de administración, director general, adjunto, gerentes de todos los departamentos y ámbitos, jefes de los mismo ámbitos, responsables, otra vez, de los mismos ámbitos, técnicos, auxiliares…
Y se preguntará ¿Cómo tienen tantos cargos esta empresa y tan pocos trabajadores? Pues por una razón de gestión de las personas y de los procesos, de forma que al final puedes ser director comercial y solo dirigirte a ti mismo, o a lo sumo una persona con funciones administrativas. Los responsables de… son responsables de sus procesos, los gerentes se gerencian ellos solos… En fin, que toda la actividad de la empresa se divide y compartimenta en procesos productivos.
Y en este estado de cosas el Proceso Productivo es como un cajón donde tú eres el dueño y responsable, así como el encargado de ejecutarlo a partir de los inputs, productos y insumos que proceden de otros procesos del que eres cliente y que son, para ti, procesos de proveedores, ya sean internos o externos.
Muy bien, ¿cómo les transmites a tus alumnos de secundaria qué es todo eso que he descrito en unos cuantos párrafos si lo más cerca que han visto un proceso productivo ha sido en un diccionario?
La educación está compuesta, también, de procesos como el propio proceso de enseñanza-apendizaje, pero no es, ni de cerca, nada parecido al proceso productivo de la industria, y sí, un poco, al de los servicios.
Sinceramente, o trabajamos competencialmente por proyectos en la educación o no los estaremos preparando para el futuro e incierto mundo laboral. La dificultad radica en la extremada maraña de contenidos y de competencias que les debemos «hacer» adquirir. El currículo educativo es anticuado y repetitivo a lo largo de todas las etapas, de tanto repetirse aburre. Muestra de ello son que ahora se están examinando de la «temida» selectividad.
Asignaturas como la Filosofía están cada vez más en entredicho; de acuerdo, casi todos hemos tenido experiencias nefastas con profesores aburridos, pero cuando encuentras uno bueno, disfrutas y se levantan pasiones y vocaciones. Pues precisamente la Filosofía es una asignatura que sirve para ver por encima de toda la maraña, te permite, examinar, analizar, objetivar, sintetizar y llegar a conclusiones que son muy necesarias para nuestros alumnos. Incluso, se pueden hacer proyectos filosóficos como el indicado en el enlace de arriba.
Cualquier asignatura se puede llevar a proyectos, eso sí, si falta la experiencia del mundo laboral externo es bastante complicado, y como no es mi caso, es por eso que puedo afirmar que ahora soy mejor profesor que cuando comencé.
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