Una de las cuestiones recurrentes siempre en la formación y la educación es la asimetría entre el mundo laboral y el mundo académico y formativo.

El modelo educativo actual prima, como hemos comentado en otras ocasiones, la adquisición de conocimientos puros, desligados y descontextualizados de la praxis y de la adaptación a las habilidades y competencias que se necesitan al afrontar los retos del mundo laboral. Nos demandan las Competencias Duras (Hard), las del saber técnico… incluso no las competencias, simplemente el saber técnico.

En España, se hace evidente dicha asimetria, cuando los jóvenes llegan con sus titulaciones al mundo laboral. En los primeros años, tras salir del mundo educativo y entrar e incorporarse a los puestos de trabajo en los diferentes sectores económicos, deben hacer un rápido máster vivencial en materia de procesos productivos y, en la práctica, de encaje en dichos procesos.

Si nuestra experiencia laboral no ha sido acompañada durante el periodo formativo de una ocupación profesional en un centro de trabajo, normalmente deberemos dar un salto importante para recorrer el GAP que hay entre nuestros conocimientos y las habilidades requeridas en los diferentes procesos productivos. 

Para formar generaciones de personas preparadas para afrontar con autonomía, responsabilidad e iniciativa su vida, tanto personal como profesional, es preciso cambiar la metodología de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Como ya comenté en ocasiones anteriores, El principio de la palanca del aprendizaje es muy fácil de entender pero difícil de aplicar puesto que implica un cambio total en los departamentos, en los centros y en la metodología utilizada, así como en la adaptación del profesorado. Se debe enseñar trabajando básicamente las actitudes para potenciar el saber hacer, el proceso, es decir, la habilidad de convertir y trasladar «algo» abstracto, como es el conocimiento, en «algo» utilizable y práctico. Y nunca mejor si es adaptándonos a los procesos productivos. Fruto de la reflexión en diferentes investigaciones he llegado a la formulación de la Ecuación del Aprendizaje en entornos productivos que transcribo en esta infografía y nos indica en qué mediada son importantes las Soft Skills para modificar y crear hábitos de trabajo colaborativo y en equipo en los alumnos.

No nos confundamos, lo importante no es saber, lo importante es aplicar lo que sabemos para utilizarlo en nuestro quehacer diario, en lo personal, en lo profesional, en lo familiar… Pero debemos querer hacerlo y debemos hacerlo en sociedad, socialmente, integrándonos.

En una empresa, lo importante, es la persona, no la empresa (obvio pero últimamente olvidado) y si la persona no se «cree» la empresa, si no se adaptan mutuamente, difícilmente los procesos productivos serán eficientes… y quien pierde es la empresa que no satisface de forma eficaz la demanda del mercado.

Ecuación del Aprendizaje en los Procesos productivos
Ecuación del Aprendizaje en los Procesos productivos

En el próximo post encontrarás la respuesta sobre la pregunta que todo centro formativo se debe hacer para formar adecuadamente a sus alumnos y poderlos integrar adecuadamente en los Procesos Productivos demandados por los sectores económicos.

También puedes leer el post sobre la importancía que tienen los Procesos Productivos en la indústria y la economía, de forma que repercuten directamente en el mercado laboral.

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Ecuación del Aprendizaje en los Procesos Productivos. Infografía.
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