Entrevistamos al director de un programa de radio, cuyas temáticas son joyas intelectuales de las que podemos disfrutar, aprender y reflexionar; y todo ello desde el rigor ajeno a la manipulación de los Mass Media, desde las radios libres y alternativas: el Profesor Arkadio.
Podemos seguir su podcast o su emisión en las ondas libres de Irola Irratia todos los miércoles de 19:30 a 21:00 horas y lo hace desde el año 2006. Su programa: «La linterna de Diógenes» versa sobre historia, filosofía, antropología... Tenemos casi 200 audios para escuchar, reflexionar y aprender. Su podcast lo encontramos en la plataforma iVoox
Como el Profesor Arkadio nos explica: «este programa pretende hacer divulgación histórica, tanto de sucesos concretos, como la propia evolución de las ideas. Pero también pretende ser un espacio de reflexión que sirva para repensar lo humano en sus muchas vertientes. Por ello, aunque se persigue el rigor histórico, en él habrá cabida para reflexiones subjetivas sobre los procesos históricos y el devenir de la sociedad.«
En PqA hacemos trampa puesto que escogemos, en nuestras entrevistas, a las personas por las tenemos afinidad por su trabajo y la forma de enseñarnos lo que saben o lo que comparten con otros. En este caso también somos muy fan del Profesor Arkadio y de su programa radiofónico.
– Profesor Arkadio, ¿Eres profesor de la vida, en la radio o en una institución académica?
Je, je. Lo cierto es que no soy profesor en ningún ámbito. Cuando comenzó el programa tenía que elegir un seudónimo. Pensé que utilizar el título de «profesor» Arkadio me ayudaría a elaborar un personaje de radio que no sintiera vergüenza de «sentar cátedra», jactarse de erudición y lanzar ciertos monólogos políticos y filosóficos con vehemencia. Pero no deja de ser un personaje, un medio.
– ¿Cuál es la razón de tu programa de «La linterna de Diógenes»? Si no existiera, ¿qué nos estaríamos perdiendo?
La Linterna de Diógenes nace con la idea de derribar ciertos complejos históricos dentro del mundo de las radios libres. Me refiero al miedo a parecer demasiado «académico». Es decir, el objetivo principal era no caer en un contenido meramente propagandístico lleno de eslóganes y frases hechas, ni tampoco en un mero programa de entretenimiento sin contenido social y político. En resumen, pretende ser un espacio exigente con el oyente, desde el que mediante la historia, la filosofía, la economía política, antropología, etc pueda aportar algo en cuanto a formación y conciencia crítica del presente. Existen otros programas de otras radios libres que, creo, están hermanados en este sentido: Anabasis, Radio Ondaexpansiva…
– En la «Linterna de Diógenes» tenemos la suerte de escuchar a importantes pensadores y eruditos académicos del estado español. No sé cómo te lo haces pero has conseguido hacerles participar en una radio libre y alternativa orientada a dar voz a los que no la hemos tenido durante la Historia de la Humanidad. ¿Cómo les vendes tu programa para que participen?
Lo cierto es que hay mucha gente de los medios académicos que llevan décadas dedicándose a investigar determinados temas y, cuando algún medio comercial, ya sea radio o televisión, les llama se encuentran con que apenas les dejan unos pocos minutos de espacio, quedándose en superficialidades y lugares comunes. Por esa misma razón, cuando les explico el tipo de preguntas que les voy a hacer y que van a tener tiempo para explicarse, aceptan con curiosidad. Pero también ha habido casos en que han rechazado la propuesta.
– En tus entrevistas detecto tres ejes de interés (seguro que hay más): El pensamiento humano (la Filosofía), la acción humana (la Historia) y el conocimiento humano (la ciencia y la tecnología) pero, y afortunadamente es así, desde la perspectiva de los subalternos y las clases sociales sin voz. ¿Cuándo escoges a los entrevistados, analizas su sensibilidad hacia los movimientos sociales o es una característica que surge de la propia entrevista?
Confieso que intento seleccionar bien a los entrevistados y hay un trabajo previo de investigación sobre sus opiniones y sensibilidades. Más allá de eso, soy bastante obsesivo preparando las entrevistas, así que puedo prever, en buena medida, lo que me van a contestar y así enlazar con la siguiente pregunta. Digamos que intento llevarles por donde a mi me interesa
– La colección de programas de la «Linterna de Diógenes» es una buena fuente de conocimiento y aprendizaje que podemos incorporar a nuestra formación no formal, sin embargo, estoy seguro de que en algunas universidades deben proporcionar muchos de tus programas a sus alumnos como material didáctico complementario de las clases. ¿Tienes constancia de ello o del uso didáctico en otros ámbitos que se pueda hacer de tus contenidos?
Lo cierto es que sí. Tengo constancia, sobretodo, de profesores de instituto que utilizan algunos programas de la Linterna como material adicional. También me han llegado informaciones de algún centro social donde han utilizado algún ciclo de programas para introducir debates.
– ¿Danos ideas de cómo crees que se pueden utilizar tus programas en una asignatura como filosofía, historia, tecnología…?
Bueno, creo que una charla presencial, una buena discusión, o las lecturas individuales son mucho más enriquecedoras y deben ser los auténticos pilares. Los programas de radio sólo pueden ser una forma de picar, de molestar a nuestra conformista cabecita como diría el viejo Sócrates. Es decir, pueden servir para pincharnos la droga de la curiosidad y empujarnos a darle vueltas a ideas que teníamos bien asentaditas en nuestra mente.
– Sabemos que te preparas bastante tus entrevistas, lees y analizas al entrevistado y elaboras un guión a partir del conocimiento que has adquirido sobre él, lo cual denota una alta profesionalidad. Nos puedes explicar cómo inicias un nuevo proyecto de contenido radiofónico o entrevista, de dónde surge la idea, cómo escribes el guión, si lo trabajas con el entrevistado, etc.
Generalmente tengo diferentes temáticas al mismo tiempo en la cabeza. Algunas surgen de lecturas, otras de conversaciones con compañeros, peticiones de oyentes, algunos son temas pendientes desde hace años. Mientras, voy buscando y decidiendo quién sería la persona indicada. Leo alguna de sus publicaciones y voy viendo por donde podría ir la entrevista y qué podría ser más interesante destacar. Esto con varios temas a la vez hasta que decido por cuál decantarme. Reconozco que, salvo en casos muy concretos, no consensúo nada con el entrevistado. Escribo un guión de tres o cuatro grandes preguntas importantes, y le voy añadiendo otras posibles, que iré introduciendo dependiendo de las respuestas. Aunque sea algo paradójico, creo que soy algo tirano y totalitario con las entrevistas, intentando llevarlas exactamente por donde estaba previsto.
– ¿Has analizado el impacto de tu trabajo de divulgación, a cuántas personas llegas, público que te sigue…?
No estoy en disposición de hacer un verdadero análisis. Las estadísticas de descargas pueden ser engañosas a veces. Pero sí que creo que hay una buena mezcla de fieles oyentes simpatizantes o militantes de movimientos sociales, junto con personas interesadas por la Historia. Lo que es una satisfacción es no haber sacrificado ni el rigor, ni la complejidad de algunos temas, ni la duración de las entrevistas y estar teniendo una buena acogida. Creo que la Linterna es un programa de radio exigente con los que escuchan. Y los escuchantes son también exigentes con la Linterna.
– Todo logro bien realizado y con reconocimiento se debe a mucho trabajo y pasión. Supongo que es tu caso. Danos, por favor, la fórmula para que quien nos lea se anime a realizar podcasting radiofónico de calidad.
Bueno, yo ánimo primero a acercarse a alguna radio libre donde llevar ese proyecto. Porque el trabajo en colectivo, participando de las asambleas y la autogestión de una radio es enriquecedor e impide alejarse de la realidad o caer en cierto narcisismo u onanismo radiofónico. Hay mucha gente que lleva décadas peleando desde los medios libres autogestionados por un tipo de comunicación contrahegemónica no mediatizada por los intereses económicos, o de grupos de poder. Desde Irola Irratia todos aprendemos de todos, tanto cuando discutimos como cuando nos ponemos de acuerdo. Más allá de eso, mi recomendación es no tener complejos en cuanto a aspiraciones a la hora de intentar hacer el mejor programa posible. La utopía sirve para eso, para caminar.
– Volvamos al día a día de las personas. ¿Eres optimista respecto al futuro de la Humanidad?
Los datos no son muy halagüeños. Desde un análisis objetivo y realista no podemos ser muy optimistas. Pero como le he escuchado a Carlos Taibo decir en más de una ocasión «el realismo es la buena conciencia de los hijos de puta» Presentan la realidad como algo dado e inamovible cuando es el resultado de una construcción hecha por ellos mismos y que responde a sus intereses. Así que no nos queda otra que tener cierta esperanza activa, de la que somos responsables. En ese sentido, no puedo esconder los principios que se defienden desde la Linterna para convertir esa esperanza en realidad: autogestión, apoyo mutuo, asamblearismo, acción directa, horizontalidad…
-¿Crees que es posible que las clases sociales que nos han dominado a las demás, puedan perder su poder mediante la recuperación de las formas de organización social que están resurgiendo (más asamblearias, autogestión, gestión del Procomún, el DIY, el DWO…) y mediante el uso de la globalización (no mercantilista) y las TIC como medio de empoderar a los subalternos?
Creo que la recuperación de esas formas de autoorganización es imprescindible ya no sólo para acabar con la sociedad de clases, sino sencillamente para sobrevivir. Pero también debemos recordar que no son ninguna invención nueva. Algunas, son las formas clásicas de relación y organización de las clases subordinadas. No tengo tan claro que las nuevas tecnologías sean ninguna panacea. Pueden ser una herramienta útil, pero también resultar estar envenenadas. No podemos olvidar que han nacido al calor del capitalismo y sus intereses. Si no las usamos con cierto recelo puede que nos encontremos con que llevan la impronta del capital y la estemos reproduciendo. Por ser menos críptico: Defiendo la sociabilidad y la militancia cara a cara, más allá de que nos apoyemos de forma secundaria en las nuevas tecnologías. No olvidemos que uno de los grandes logros del capitalismo de los últimos 60 años ha sido reventar las formas clásicas de sociabilidad de las clases explotadas. Desde luego que la sociedad de consumo y la democracia liberal han tenido mucho que ver. Pero no podemos olvidar que dos millones de individuos en sus casas son mucho menos peligrosos que dos millones de personas actuando colectivamente en las calles, fabricas y barrios.
– ¿Qué piensas sobre el resurgir de los movimientos libertarios y de los modelos autosuficientes (no mediáticos) que han aparecido tras más de ocho años de crisis?
Es lógico que cuando el sistema deja de dar caramelos, cuando se empiezan a ver las telarañas detrás de los focos, la gente vuelva a recordar ese acertado eslógan de la Primera Internacional «La emancipación de los trabajadores sólo puede lograrse a través de los trabajadores mismos». De todas formas, también veo resurgir, coyunturalmente, esperanzas en las soluciones rápidas, en eludir la propia responsabilidad y confiar en que a través del voto otros pueden dar la vuelta a la tortilla. Por fortuna estas esperanzas sólo pueden ser momentáneas y pronto perderán fuerza, pues la realidad a la que nos enfrentamos no permite muchos más caramelos. Por desgracia no tenemos demasiado tiempo como para perderlo en experimentos electoralistas cuyos límites bien conocemos.
– ¿Son sostenibles en el tiempo los Medios de (des)Información clásicos?
Económicamente no parecen sostenibles. Pero ideológicamente son una buena inversión para el orden establecido, por lo que no creo que los grandes capitales los dejen caer. Desaparecerán algunos, otros serán engullidos por medios más grandes, pero no creo que al Capital le interese que desaparezcan, más allá de que no sean rentables económicamente. Veo más probable alguna ofensiva para integrar a medios alternativos en su lógica, o remozar los medios comerciales con una estética alternativa.
– Por favor, danos algún ejemplo de programa o conjunto de programas de los que estés especialmente orgulloso.
El ciclo sobre el anarquismo español supuso meses de preparación, horas de edición. Sangre igual no, pero sudor y lágrimas si que me costó. Pero quizás de lo que esté más orgulloso sea de no haber emitido una entrevista que grabé sobre la magia en la antigüedad. Simplemente porque la persona entrevistada, profesora de universidad y autora de varios libros sobre el tema, no estuvo a un nivel aceptable ni respetó la inteligencia de los posibles oyentes. Creí que los escuchantes de la Linterna se merecían más, así que no se emitió. Creo que fue una buena decisión.
-Finalmente te agradecemos que hayas contestado a esta entrevista, así como que podamos disfrutar de tus contenidos durante mucho tiempo.
Muchas gracias por interesaros y darme este minuto de protagonismo, ya que, como he dicho antes, el Profesor Arkadio no deja de ser un personaje creado para el programa.
Gracias Profesor Arkadio !
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