El asalto a los bienes públicos y al bien común no encuentra límites.
Desde los medios de (des)comunicación nos adiestran a que todo debe ser mercantilizado, y que debe pasar a manos privadas con la pretendida «eficacia» del Sector Privado.
No nos engañemos, todos podemos formar parte del Sector Privado, todos poseemos y gestionamos algunas cosas, sin embargo, el denominado Sector Privado son las manos de unos pocos que gestionan eficazmente sus patrimonios, los cuales antes formaban parte del Bien Común.
El Procomún son esos bienes que hemos ido perdiendo: primero las tierras comunales, después llegaron el agua, ahora el sol, las energías alternativas, el conocimiento, los servicios públicos: Sanidad, Seguridad, Educación…
El conocimiento se pretende acumular en unas pocas manos con los dichosos «derechos de autor«, que no garantizan la vida profesional de unos dignos creadores, sino que se convierten en inmensas fortunas para sus gestores más allá de la vida del autor.
Y la Universidad, es la enésima víctima, que con la reforma que acaban de aprobar por estos lares, han expulsado a las familias de los trabajadores.
En España se está convirtiendo en una paradoja ser estudiante y trabajador o hijo de trabajadores. Se han eliminado los estudios de secundaria que antes llamábamos de «nocturno«. Las Escuelas de Educación de Personas Adultas están siendo desmanteladas y pasando a ser una especie de Re-Secundaria.
La Universidad se encarece bajo una supuesta reforma que abarata la carrera. Ja, ja, ja. Pasan los grados de cuatro a tres años (la parte pública) y los máster de uno a dos años (la parte privada).
Recordemos que los bienes públicos son gestionados por el Estado y que son una herencia del imperio romano, momento en la Historia en que se consolidaron bienes y derechos públicos como la justicia, la seguridad ciudadana, la gestión del agua y de los terrenos municipales... Hemos tenido que esperar 2.000 años para retroceder 2.500.
A ver si espabilamos…
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