Haremos un repaso de trucos a partir de las comprobaciones que ha realizado la neurociencia y que podemos aplicar para conseguir que nuestros alumnos puedan estar en las condiciones más optimas para aprender o, bien, estrategias y trucos que mejoren en todos los procesos de enseñanza-aprendizaje, aquí van los trucos neurocientíficos para aplicar en la educación:
Índice de Contenidos
Trucos para estimular
– Ejercicio a primera hora del día para lograr la oxigenación de nuestras neuronas y de todo el cuerpo. Se sabe que si llegamos al centro educativo caminando, en bicicleta o corriendo conseguimos que nuestras neuronas se despierten y el cuerpo se tonifique y oxigene para estar en condiciones de atender y centrar nuestra atención. Cuando los alumnos o los docentes llegamos en coche no estamos despiertos del todo. El sistema nervioso, y eso depende de las personas, tiene biorritmos que es difícil alterar. Hay quien sin estímulos tarda más en tener todo su sistema nervioso en pleno funcionamiento, por ejemplo yo. Aconseja a tus alumnos, y aplícatelo tú, el ir al centro caminando o en bicicleta y, si puedes, hacer ejercicio físico a la primera clase, de forma que a la segunda ya esté todo el mundo en óptimas condiciones. En el centro podéis ir a trabajar un rato al huerto, realizar una salida por el barrio, hacer la clase de Educación Física, incluso estiramientos en clase, flexiones…
– Estimula el cerebro social de tus alumnos. Todos necesitamos alrededor de 150 cerebros con los que interactuar y relacionarnos. Consigue que todos hablen, se relacionen y disfruten de las conversaciones. Hay alumnos tímidos que no pueden hablar en público, estimúlalos; hablar en publico y relacionarse no lo enseñamos pero es lo más importante para que en el futuro se desarrollen plenamente como personas, conozcan su pareja, se enfrenten a entrevistas de trabajo, presenten sus ideas y proyectos, sepan expresar sus emociones. Para mí siempre ha sido muy gratificante que alguien que está dentro de su «yo» pueda llegar a ser un «nosotros».
Realiza proyectos y trabajos mediante equipos y que al final deban explicar el proyecto a los demás, nadie debe quedar al margen. Si entre todos hacen una buena presentación, ellos mismos se animan a participar y dan más relevancia los más tímidos.
Emociones y afecto
– Utiliza más el afecto que las emociones. Las emociones son fundamentales para aprender, pero necesitas que tus alumnos perciban también tu afecto.
¿Cómo puede tener más efecto la corrección de una conducta inadecuada? Con el afecto y el cariño demostrado a lo largo de vuestra relación. Si tu alumno sabe que le procesas afecto, entiende en ese caso que la razón por la que lo corriges debe ser muy importante para que tú le regañes.
– No te importe expresar tus emociones, tus estados de ánimo y diles que a ellos también los quieres.
Explícales cosas tuyas que les motive para iniciar un nuevo tema. Pon ejemplos de algún alumno de la clase y haz que ellos se inventen historias a partir de la experiencia que les has explicado.
– Las emociones tienen muchas vertientes pero es conveniente que su eje fundamental sea la comprensión mutua entre educando y educador, es decir que ambas zonas frontales de nuestros cerebros interactúen, y eso lo hacemos mediante las neuronas espejo.
No hay la misma interacción entre los niños que entre las niñas. Ellas tienen muchas más neuronas espejo y por eso mantienen relaciones más emotivas y emocionales.
Normalmente entre las chicas los conflictos son emocionales, sus alianzas entre ellas, sus enemistades y reconciliaciones. Sin embargo, los chicos no tienen tanta empatía y son más analíticos en las relaciones, buscan el equilibrio según sus modelos mentales. Ellos pueden pensar que un chico debe jugar a fútbol y les cuesta entender que hay modelos mentales diferentes a su propio modelo. Las chicas son más complejas para nosotros pero las debemos intentar entender y saber que para ellas sus relaciones de amistad son muy importantes y debemos dedicar horas de tutoría a que hablen y expresen sus emociones y conflictos.
Recuerda la regla de las 4 P
. Pasión en lo que haces y en lo que transmites.
. Play (jugar), introduce la ludificación y que las actividades sean divertidas. No hace falta estar siempre inventando juegos, pero si despertar en tus alumnos el deseo de probarlo, de entretenerse, de divertirse. A nuestros cerebros les gusta competir con los demás pero también establecer estrategias, alianzas, jugar en equipo…
. Proyectos. A nuestro cerebro le van los retos, sin embargo, si puede, se queda en su zona de confort. Por eso si lo esforzamos y lo retamos nuestras neuronas se despiertan y pueden dar lo mejor de uno mismo.
Los proyectos implican pensar, reflexionar, hacer experimentos mentales, imaginar, encontrar soluciones múltiples a los problemas que aparecen, planificar, modificar, evaluar, recomenzar y alcanzar un estado de satisfacción al final… Y cómo lo agradece todo nuestro cuerpo cuando sentimos el cosquilleo de la tarea finalizada con éxito. Y cuánto habremos aprendido !!!
. Peer to Peer (entre iguales). Aprender en equipo nos ayuda, nos complementa, nos estimula y nos socializa.
Actividad física, aleatoriedad y atención
– Los primeros 20 minutos de cualquier actividad son fundamentales para focalizar la atención de nuestros alumnos. Luego deberemos cambiar de actividad, de espació, de medios didácticos: pizarra, ordenador, papel, boli… Si debes explicar algo, aprovecha los inicios de actividad tienes como mucho 20 minutos de atención.
– Cambiar de escenario estimula al cerebro, salir y hacer cosas diferentes nos ayuda mucho. Puedes ir al laboratorio, recorrer el barrio, ir a realizar una de las actividades al patio, aprovecha el huerto si lo tienes, explícales cosas en movimiento. Aprender andando ya sabían los clásicos que era una buena estrategia y por eso la utilizaba Aristóteles en sus paseos peripatéticos.
– Para cualquier aprendizaje la atención es fundamental “Sin atención no hay aprendizaje” Los hábitos de nuestros alumnos impiden, en muchos de ellos concentrar su atención. Están muy acostumbrados a múltiples estímulos por diferentes canales que no saben focalizar y centrar su atención. Se les debe explicar la importancia de la atención para el aprendizaje. Yo les explico cómo la atención les ayuda y al final les enseño el mantra: “Sin atención no hay aprendizaje” que me sirve para llamarles la atención y generar en ellos la atención necesaria para continuar trabajando.
Nosotros debemos hacerles ver la necesidad de atender y concentrarse, debemos introducir en ellos el hábito de concentrarse cuando se les requiera. ¿Es difícil? Sí mucho, Es un automatismo que debemos generar en ellos. A veces una frase les ayuda a olvidarse de lo que hacen, piensan o tienen intención de hacer y les provoca que se paren y te presten atención. En mi caso me va muy bien la frase del mantra pero tú puedes inventarte otro mantra con sentido para ti y tus alumnos:
– El puño derecho cerrado para estudiar y el izquierdo para recordar. Pues sí, nos explica la neurociencia que al apretar el puño derecho estimulamos las conexiones de nuestro hemisferio cerebral izquierdo, reclutamos neuronas, las activamos y aprendemos mejor. Después para recordar las cosas nos ayuda apretar el puño izquierdo para estimular el hemisferio derecho. Yo he comprobado el truco por alguna persona que no recordaba algo, le comenté que cerrara fuerte el puño izquierdo y lo recordó. ¿Casualidad o causalidad?
– Estudiar y hacer ejercicios intelectuales antes de dormir: Nuestro cerebro tiene una inercia para recordar o seguir activado cuando dormimos. El hipotálamo va consolidando el trabajo intelectual que estábamos haciendo y distribuye los contenidos a las áreas que correspondan: las lingüísticas, las musicales, las visuales, las motoras… ¿Eres deportista? simula mentalmente las acciones y las practicas en tu cerebro. Cuando duermas estarás entrenando y mejorarás técnicamente.
– Las actividades que introducen aleatoriedad también estimulan mucho, por ejemplo, una actividad que tengan que memorizar una poesía, una tabla de multiplicar, capitales, reglas… lo conviertes en un juego en que compiten para responder. Pero lo que puedes hacer es modificar las puntuaciones según quien contesta. A ellos al principio les sorprende, se pueden quejar pero de antemano ya les has comentado que algunas respuestas valen el doble y otras no. Tu aplicas la regla cuando te interesa y premias a los que tienen más dificultades. Esa incertidumbre les gusta y tratan de responder a ver si su respuesta vale el doble y de paso das entrada a que puedan competir los que tienen menos posibilidades.
Otro día más trucos 🙂
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